- Bacon sostenía que para él pintar era dejar fluir al exterior su energía nerviosa. Se comprende su fascinación por este cuadro.
- El efecto es muy potente. Sería impagable conocer el momento personal que atravesaba Rembrandt para entender el por qué utilizó este formato, habitual sólo en su juventud; el por qué de esa expresión hosca iluminada con luz cenital y la razón por la que, después de trabajar en él dos sesiones, lo dejó.