- En 1652 el noble siciliano Antonio Ruffo (1610 - 1678) encargó una obra a Rembrandt, posiblemente un filósofo. El pintor le envió este cuadro que hoy conocemos como ARISTÓTELES.
(El personaje acaricia un busto de Homero y de la cadena que le cruza el pecho pende un medallón con el relieve de Alejandro, su discípulo). Ruffo quedó encantado y siete años después le pidió otros dos que fueron HOMERO dictando y un ALEJANDRO perdido.